miércoles, 4 de marzo de 2020

RECONECTAR CON NUESTRO FARO INTERNO DESDE DISTINTAS DISCIPLINAS

Nuestro FARO INTERNO o SABIDURÍA ORGANÍSMICA es el conjunto de nuestras dimensiones física, emocional, psíquica, espiritual y energética, lo que, en terapias holísticas, denominamos HOLOS PERSONAL (“personal” debido a que cada uno de nosotros ostenta particularidades bien identificables y discriminables de las de otras personas o seres).
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En su estado natural y saludable, estas distintas esferas que nos componen se encuentran en consonancia y en comunicación fluida, resultando en un estado de congruencia interna, de “claridad” acerca de nuestros procesos internos, de ausencia de mecanismos de defensa invalidantes y de sensación de que nuestra intuición es una brújula, que nos señala hacia dónde ir y de dónde retirarnos.
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Cuando, por algún motivo, la comunicación entre nuestras múltiples dimensiones se encuentra impedida u obstaculizada en cierto grado, es decir que existe desconexión interna, aparecen el malestar psíquico, físico y/o espiritual, la necesidad de utilizar nuestros mecanismos de defensa, la imposibilidad de relacionarnos de manera funcional y saludable, “no saber” qué nos sucede, la híper racionalización (en detrimento de nuestras otras dimensiones), y un sinfín de otros síntomas de desconexión interna.
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Nuestro FARO INTERNO/SABIDURÍA ORGANÍSMICA continúa operando y saludable, sólo que su luz no está alumbrando en dirección del despliegue y el crecimiento personal, sino que, por medio de la “prescripción” de distintos síntomas, ilumina aquello que debemos atender primero, en clara alusión a la necesidad de CONECTAR INTERNAMENTE.
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Desde esta mirada benevolente, toda dolencia (tanto sea física, psíquica o espiritual) es un amigo amoroso y fiel, como esos amigos de carne y hueso que, ante un fallo de nuestra parte, evitan palmearnos la espalda, invitándonos a olvidar el hecho, sino que, amorosamente, nos alientan a “revisar” el error con la clara intención de ayudarnos a madurar y crecer.
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Varias disciplinas de la ayuda colaboran con este proceso de INTEGRACIÓN de nuestro Holos Personal. Una de ellas es el COUNSELING HUMANISTA, que propone una relación de acompañamiento centrada en las necesidades únicas y particulares de la persona que consulta. Como el foco está puesto en favorecer que esta persona recupere su Holos Personal, histórica o momentáneamente obstaculizado, se le ofrece una relación de absoluto respeto, amor y cuidado. Un acompañamiento y apoyo incondicionales posibilita el proceso de “revisarse a sí mismo”. Este revisarse no estará interferido por interpretaciones ni directivas. La verdadera INTEGRACIÓN aparece cuando la persona puede MIRARSE y encontrar sus propias herramientas, sin voces externas que le digan cómo tiene que ser ni qué hacer. Nadie más que la propia persona sabe qué es lo mejor para su evolución, si facilitamos el contacto directo con SU propio faro interno.
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FOCUSING va un pasito más allá, e invita al CUERPO HOLÍSTICO MULTIDIMENSIONAL a participar de este proceso de autoexploración. FOCUSING concibe al cuerpo holístico como una caja de resonancia sensorial. La forma de “resonar” es su manera de guiarnos a nuestro faro interno para integrar cada vez más aspectos de nuestro Holos y, así, fortalecer y potenciar nuestra brújula interna. Puede, también, aparecer material inconsciente y transgeneracional, que recibiremos con respeto y amorosidad, posibilitando armar el rompecabezas de nuestra historia/Ser.
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Junto a Carl Rogers (padre del COUNSELING desde el Enfoque Centrado en la Persona) y Eugene Gendlin (discípulo de Carl Rogers y padre del FOCUSING), otro gran visionario, Edward Bach, médico, vino a este mundo a colaborar con la salud holística de las personas mediante su terapia floral.
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Al igual que Rogers y Gendlin, Bach fue otro ser maravilloso con la capacidad de “ver más allá”, iluminado con una sensibilidad y una intuición privilegiadas, doblemente admirables por ser utilizadas para el beneficio de la humanidad.
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Luego de ejercer la medicina por varios años, descubrió que la enfermedad (física, psíquica o espiritual) aparecía cuando había una “disonancia vibracional” entre el ALMA o YO SUPERIOR (su forma de denominar al SER GENUINO o FARO INTERNO) y la PERSONALIDAD (nuestra forma particular, muchas veces condicionada, de percibir, sentir, accionar y mostrarnos ante el mundo, que suele necesitar de mecanismos de defensa y que experimenta emociones negativas o “errores”). En sus palabras, el malestar o la enfermedad son “mensajes del alma”, cuya finalidad es hacernos ganar conciencia de esas emociones negativas o errores productores de malestar espiritual y psíquico, las verdaderas causas de la enfermedad física.
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Podríamos decir que Edward Bach tenía una mirada psiconeuroinmunoendocrinológica, disciplina que tuvo su génesis (aunque todavía sin ser nombrada de ese modo) en los años en que Bach se convirtió en médico.
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Bach sistematizó su terapia floral que propone que determinadas esencias florales operan, a nivel vibracional energético, desbloqueando canales y, con esto, armonizándonos, así como facilitando la emergencia de “virtudes” o emociones saludables. La finalidad última es reconectar el ALMA y la PERSONALIDAD, es decir, dejar de ser quienes, en realidad, no somos, y comenzar a regir nuestra existencia desde nuestro FARO INTERNO o, en términos de la psicología humanista, actuar desde nuestra SABIDURÍA ORGANÍSMICA.
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Carla May
Consultora Psicológica Humanística y Sistémica
Facilitadora del Desarrollo Personal Integral
Terapeuta Floral
15-6103-2940
2129-5698
clr.carlamay@hotmail.com
http://carlamaycounselor.blogspot.com/
https://focusinggeneralpacheco.blogspot.com/
General Pacheco, Buenos Aires